miércoles, 25 de febrero de 2015

Gritos de desesperación



Gritaba tan fuerte como podía, gritos de desesperación con esperanza de ser escuchada por alguien, a pesar de que en el fondo sabía que nadie nunca me escucharía no me podía rendir, lloraba por las noches y sonreía durante el día, esperando el día que alguien viniera y me viera a los ojos, el día que de verdad me miraran a los ojos y pudieran percatarse de que ocultaba un secreto, un secreto muy profundo, pero nadie nunca se entero, gritaba mucho, gritaba en mi mente, gritos que trataban de escapar por mi boca para al fin ser escuchados pero nunca tuve el valor, nunca nadie me miro a los ojos, nunca nadie se entero de mi sufrimiento, sufrí a escondidas, protegida por la oscuridad de la noche, mientras todos dormían y el mundo entero estaba en calma, lloraba, en una esquina de mi cama lloraba desconsoladamente, dentro de mi oscuro closet con mis peluches de la infancia que aun conservaba, cubierta por una sábana me hacía la dormida para que nadie me viera, sufría a solas y nunca tuve el valor de decirlo, trate muchas veces de hablar pero nunca lo hice, tan cobarde y tan valiente al mismo tiempo, lloraba mucho y no dormía, las voces en mi mente no me permitían dormir, siempre hablándome, susurrándome cosas al oído, pensaba demasiado, aunque trataba de no hacerlo, no podía controlar a las voces en mi cabeza, unas voces con muy poca educación, que me lastimaban, comentarios crueles, la voces grababan las cosas que otras personas me decían, esas que uno dice como broma, y las hacían sonar como eco en mi cabeza durante horas por la noche, cuando te miraba podías ver en mi mirada algo extraño, algo que no aprecias en las otras personas, en lo profundo si detallabas, verías mi sufrimiento, que escapaba por el tenue brillo en mis ojos, el poco brillo que me quedaba, por eso cada vez que miraba fijamente algo o a alguien era un grito de desesperación por ser escuchada, cada noche mientras lloraba en silencio lanzaba gritos de desesperación esperando algún día ser escuchada... pero nadie nunca me escucho.